lunes, 19 de noviembre de 2007

La conferencia episcopal.


Hoy escuchaba al presidente de la conferencia episcopal pedir perdón. Como solo un sacerdote sabe pedir perdón. Un si pero no. Un perdón con la boca pequeña.
Parece mentira cuanto les cuesta pedir perdón a los inventores del mismo. Ellos deberían pedir perdón como nadie. Pero no, no saben o no quieren. Ni siquiera sabemos muy bien por que pide perdón, no nos lo dice. Para que, ya lo sabemos.
Todos nosotros hemos vivido bajo la atenta mirada de la Iglesia y casi todos nosotros sabemos lo que han hecho. Y si, tienen mucho por lo que pedir perdón, muchísimo. Tanto que para mi quedan desautorizados plenamente para aportar nada a esta sociedad, ni a ninguna otra.
En mi opinión, la iglesia como institución debería disolverse, me refiero a la iglesia católica claro, para permitir que una nueva iglesia nazca desde el corazón de todas esas personas de buena fe que no tienen el corazón contaminado. Toda la jerarquía eclesiástica esta viciada, han vivido una época que les ha convertido en seres sin alma, en dinosaurios sin futuro.
Dejen lo ya, den la oportunidad a quienes de verdad están por la labor. Tantos hombres y mujeres deseosos de darlo todo, sin ataduras con el pasado, sin tantos errores ni horrores en la conciencia. Dediquense a pedir perdón que lo que les queda de vida no va a ser suficiente y tal vez haya un futuro para la fe....para mi fe ya es tarde, ellos me la robaron.

No hay comentarios: